Cinco años o más

Hace cinco años iniciaba un blog El silencio del baobab, hoy lo retomo de una manera diferente, en otro sitio distinto, en otra plataforma. Lo curioso es que ya en el 2010 creaba esta página pero se quedaba en el olvido y nunca más escribía en ella. He tenido que recomponer algunas cosas, dejar atrás otras, cerrar otro blog con el mismo titulo para volver a los inicios.

Y dicho esto aquí estoy, distinta, con más vida y experiencia pero con ganas, las mismas de hacer algo, de escribir de vez en cuando, lo que sea. Atrás quiero dejar meses de confusión, de búsqueda de mi sitio. No ha sido fácil, entre medias me he descubierto tal como soy, con mis fortalezas, que son muchas, pero también con mis debilidades, que también lo son. 

He pasado esta semana en Piedralaves, pueblo de Ávila, al pie de la sierra de Gredos. Venir aqui es una inyección de frescura, la del clima, con ese viento al que llaman Veleta, y que sopla mientra se mantenga la nube sobre la montaña, pero es también un llenar de sosiego el cuerpo dejando atrás el ajetreo de Madrid.

Ha hecho frio ¡vaya que si!, un frio que nos ha pillado por sorpresa, pero ese fresco nos ha abierto los pulmones, nos ha hecho respirar profundo y tomar fuerzas para enfrentar lo que venga.

Esta semana me traerá la celebración de los quince años de Active África,  una organización nacida en Barcelona pero soñada en Malawi. Puedo decir que estuve en su gestación allá por el 2004, asistí a su nacimiento y la he visto crecer hasta llegar ahora a su adolescencia. Me han invitado a participar en esta fiesta y lo hago con gusto porque conozco todo lo que han trabajado por el bien de los malawianos. Cuanto esfuerzo, ilusión y fondos han dedicado a proyectos de desarrollo, de promoción, de educación y de sanidad. 

Pero antes de acudir a Barcelona, asuntos que resolver, visitas que hacer y preocupación sobre todo por las hermanas de mi Congregación que están delicadas de salud.  Cada día trae su propio afán y cada día hay que vivirlo como llegue.

Hoy este 24 de noviembre, día escrito en el fondo de mi experiencia personal con letras doradas, se acaba, pero otros muchos días vendrán.  Ánimo y adelante.